Entrevista a Fanny Lafuente, fundadora de la ONG Canvi

“PROGRAMÉ MI MENTE PARA SUPERAR EL CÁNCER Y ME CURÉ”

Por Silvia Gelices

Fanny Lafuente (Reus, 1948), residente en Sant Quirze, es una de las socias fundadoras hace seis años de la ONG Canvi, una asociación de personas que han superado la enfermedad del cáncer utilizando su poder interior y que quieren que sus experiencias y aprendizajes sirvan a otras personas. Un vivo ejemplo de ello es la propia Fanny que tras ser diagnosticada con un cáncer linfático con menos de un 50% de posibilidades de curación decidió tomar las riendas de su salud y participar activamente en el proceso de su curación sin utilizar ni quimioterapia ni radioterapia.

Hace once años le diagnosticaron un cáncer linfático, ¿no es así?
Efectivamente, a través de una revisión rutinaria detectaron que tenía los leucocitos sumamente alterados. Me mandaron al oncólogo y después de varias pruebas me diagnosticaron cáncer linfático. Como mi nivel de defensas era muy bajo fue imposible realizar quimioterapia y sólo me administraron defensas durante dos meses.

¿Y cómo encajó el diagnóstico?
Los primeros días fueron muy duros, pero como siempre he sido una mujer fuerte comprendí que debía de tomar parte activa en mi curación.

¿Cómo se puede participar en la propia curación sin medicamentos ni terapias de la medicina convencional?
Creo profundamente que si utilizamos bien nuestras capacidades mentales podemos sanarnos a nosotros mismos. Yo lo hice. Empecé por buscar la raíz del problema que me había producido el cáncer.

¿La encontró?
Sí. Me di cuenta que la causa de mi cáncer era un sentimiento de culpa muy profundo que había ido arrastrando durante años.
A partir de ese momento supe que tenía un 50% ganado.

¿Y el otro 50%? ¿Qué más hizo para autocurarse?
Como ya tenía mucha práctica en meditación, control mental, canalización de energías… me puse manos a la obra dedicando una hora y media tres veces al día a meditar y visualizar a través de la relajación profunda. Cuando estaba en este nivel programaba mi mente para que se produjera la curación a través de afirmaciones.

¿Y puede explicarme qué visualizaba?
Me veía debajo de una catarata de agua cristalina mezclada con luz blanca, pura energía, y notaba cómo entraba dentro de mi cuerpo a través del chacra corona y limpiaba toda mi sangre, y esta agua-luz arrastraba toda la porquería y salía por los pies y desaparecía.

¿Alguna vez dudó de su poder curativo?

Jamás tuve ninguna duda de que todo lo que estaba haciendo me estaba curando. También trabajé a fondo la aceptación del cáncer, la autoestima, el miedo a morir para aliarme con él.

Se alió y venció al cáncer.
Así es, al cabo de un mes me efectuaron una analítica y los leucocitos se habían parado. Continuaron haciéndome analíticas y los leucocitos iban bajando por lo que no llegaron a administrarme ni quimio ni radioterapia. Al cabo de dos años las analíticas eran normales y hasta el día de hoy.

Afirma que el cáncer es su maestro.
Estoy agradecida a la vida por haberme enviado este maestro ya que pude confirmar las capacidades que tenemos las personas para autocurarnos y con mi vivencia ahora ayudo a otros a superar el cáncer.

Entrevista publicada en Diari de Terrassa el 26 de septiembre de 2009