Entrevista a Pablo Martínez, Psiquiatra
“LA PÉRDIDA DE UN HIJO NO SE LLEGA A SUPERAR NUNCA”
Silvia Gelices
El Doctor Martínez lleva casi treinta años ejerciendo como médico psiquiatra en el Hospital Evangélico en Barcelona y en su consulta privada de la calleMajor, 16. Además desarrolla un amplio ministerio internacional.
como consejero y conferenciante. Fue vicepresidente de la Asociación Internacional de Médicos Cristianos y autor de varios libros: “Psicología de la oración”, traducido a doce idiomas, y “Más allá del dolor”, nominado libro del mes por la revista Tanatología. En noviembre saldrá su tercer libro, “El aguijón en la carne: encontrando fuerza y esperanza en el sufrimiento”.
Su libro “Más allá del dolor” trata sobre las pérdidas de personas queridas.¿Cómo se viven esas pérdidas?
En un primermomento la persona sufre un shock y está como en un sueño. Cuanta más aguda e inesperada es la muerte,mayor es el estado de shock.Al cabo de unas semanas la persona despierta a la realidad y descubre un vacío enorme y tiene un gran deseo por reencontrarse con el difunto.
¿Cómo transitar por la pérdida para aceptarla y superarla?
El duelo es un camino que no tiene atajos, hay que recorrerlo. Y el duelo,como indica su palabra, duele.
¿Un camino que hay que recorrer en soledad?
Siempre es mejor hacerlo acompañado por familiares, amigos o cualquier apoyo comunitario. La soledad es un enemigo en un proceso de duelo.
¿El duelo tiene un final?
El camino finaliza algún día. En condiciones normales el duelo tiene una duración limitada de dos a tres años. La única excepción es la pérdida de un
hijo, sobre todo si es pequeño. El trauma entonces dura toda la vida.
¿Qué pasa cuando no se es capaz de aceptar esa pérdida?
Aquí es donde entra en juego la ayuda profesional con una finalidad: trabajar el duelo patológico.Y la tarea del psiquiatra es descubrir las causas que le llevan a negar y rechazar esa pérdida.Esto ocurre, por ejemplo, cuando había una dependencia excesiva hacia la persona fallecida.
Y los familiares y amigos, ¿cómo pueden ayudar a superarla?
Con su presencia y su compañía. Intentando que los primeros días no se sienta sola. En momentos de duelo sobran las palabras y se necesitamás el calor de una mano amorosa que la elocuencia de un discurso. También es muy valiosa la ayuda práctica como gestiones del funeral, quehaceres de a o atender a niños pequeños.
Muchas personas que sufren pérdidas se preguntan ¿y por qué amí?
En el momento del duelo es difícil entender el porqué, pero con el tiempo uno llega a descubrir el para qué, la finalidad.Una experiencia de dolor es negativa en sí misma, pero nuestra reacción emocional al sufrimiento nos hace crecer como personas. Y éste es el valor pedagógico del dolor.
¿El sufrimiento ayuda a crecer?
Desde luego. Una crisis es siempre una oportunidad de transformación personal y esto es especialmente cierto en el duelo. Después del duelo la persona ya no vuelve a ser la misma.
Según su visión cristiana de la pérdida,ésta puede llevar a la esperanza.
La esperanza cristiana se basa enCristo.El cristiano cree no sólo en la supervivencia del alma, sino en la resurrección física de la persona.De ahí la esperanza de un reencuentro.
Entrevista publicada en Diari de Terrassa el 16 de septimbre de 2008
Comentarios
Esta entrevista me parece muy bien planteada. Tiene un tono divulgativo muy interesante y ameno. Felicidades!
Molt bé, de veritat que val la pena llegir i reflexionar sobre aquests temes. Particularment, em plau contrastar que hi ha gent que s’apropa molt als meus pensaments. Aniré entrant assíduament al teu blog! Una abraçada.
Aquesta foto em sona… felicitats per l’entrevista.